La desespera aborda la dureza y el absurdo, de las estructuras burocráticas que reflejan la malformación de un sistema administrativo despiadado. Y denuncia las consecuencias de una burocracia desbordante que utiliza y continúa con la estrella violenta a la qué nos sometía la burocracia tradicional. Una manera más de opresión que ha surgido de la necesidad de estructurar todo hasta el absurdo o incluso inhumano. Donde se presenta un mundo en el que no es el sentido, sino los datos, las que marcan la dirección de nuestra sociedad.