Argumento
Empecemos por el final: un hombre gira sobre sí mismo.
Gira, gira y gira. Los ojos cerrados. El rostro dirigido hacia lo alto.
Después abre los ojos y taconea firme, pisa fuerte la madera del escenario.
Se atreve por fin a ser él mismo. Plenamente.
Le hemos visto al principio ser un niño. Comenzar a descubrir su propia identidad.
Con todas las dudas, con todo el miedo.
Escuchando las voces alrededor que pugnan por negar lo que él es.
Entre el niño con miedo y el hombre que finalmente se siente cómodo en su piel,
Iván Orellana -bailaor prodigioso- nos invita a un viaje
hasta descubrir con él su identidad. Su yo inherente.
Inherente es un espectáculo instrospectivo donde el hilo conductor
es la propia música y el propio movimiento.