Elena Córdoba pasó la pandemia observando mundos microscópicos. Texturas vegetales aumentadas bajo las lentes hasta el punto de perder la referencia de origen. Flores, musgos, hojas, líquenes…
Y pareceremos árboles combina la danza, el estudio de la anatomía y la proyección de estas realidades vegetales aumentadas con el microscopio para crear uniones ficticias entre el cuerpo y las formas de organización de las plantas.
El cuerpo humano está lleno de formas vegetales: neuronas arboriformes que se unen formando bosques, pequeños árboles eléctricos donde nacen nuestros pensamientos, ramificaciones del sistema nervioso que son como raíces intrincadas