Sus marido han fallecido debido a la pandemia del Covid-19.
Sin apenas ahorros y ninguna experiencia laboral, subsisten con una pensión muy baja y las opciones para mejorar son pocas.
La solución es ponerse a vivir juntas y pensar en cómo obtener unos ingresos extras.
A través del teléfono e internet se atreven con todo: crear un servicio de tarot, participar en un línea erótica y vender galletas "de la risa". El objetivo es recoger dinero para realizar el viaje soñado a Benidorm.
Todo se complicará por su temeridad y por traspasar el límite del delito, ya que ellas no tienen nada que perder.