Cuatro pilares de una estructura, cuatro humanas sin ciudad, aparecen en un espacio y marcan las distancias. Como quien mide una casa antes de añadir los muebles.
Ningún espacio es nuestro, pero durante un tiempo parece que pudiésemos vivir en él toda la vida si nos quedamos juntas.
Un viaje en el que unas sostenemos a otras. En el que otras somos sostenidas por unas arropadas por la arquitectura.