Obra coreográfica inspirada en Tres mujeres de Sylvia Plath (1932-1963) escribió un hermoso y desgarrador poema para ser leído a tres voces. Un texto luminoso, lleno de matices y potentes evocaciones que su autora relató con conocimiento de causa, la maternidad, desde experiencias diferentes: la mujer madre, la mujer que no puede ser madre y la mujer que decide en contra, y da el hijo en adopción. O lo que es lo mismo, sobre el parto, el aborto y la crianza escenificadas en tres voces femeninas. Imposible de narrar a través del movimiento, nos queda esa danza que alarga y ahonda en la palabra y la memoria que intuimos. Así nos dejamos llevar -en una de las alusiones al título- hacia lo que se desliza estrepitosamente para encontrarnos de nuevo ante ese misterio maravilloso