Argumento
Desde el sonido del primer grito al nacer, hasta la exhalación del último suspiro: el sonido de la muerte, toda nuestra existencia está
marcada por el retumbar de vibraciones y matices acústicos. Una sucesión de voces solistas, naturales y artificiales, que cantan, silban,
reclaman, pitan y se comunican cada día, sin una intención concreta ni el deseo de deleitar a un tercero.
Un concierto frío y ajeno a nosotros. Una obra de arte sin artistas.
Desde el sonido del agua que imita el útero materno y nos acompaña durante nueve meses como un hilo musical, hasta el sonido abrupto
de un manantial que brota desde el interior de las rocas y saca con fuerza lo que durante años ha ido acumulando en su interior.
Así suena pasaje.
Una huella sonante