ESPECTÁCULOS

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Sinespacio es una compañía que apuesta por el enorme valor de transmisión y transformación que devienen del hecho teatral, de ahí que sea fundamental para nosotras utilizar el teatro como vehículo.
Pero también entendemos que se hace necesario establecer un diálogo más profundo que trascienda al carácter de exhibición de las artes escénicas hacia nuevos modelos y formas de relación entre las personas.
De ahí que la mediación se convierta en el vehículo perfecto para potenciar la reflexión, el diálogo y se transforme en motor hacia cambios estructurales que cimientan la sociedad.
Hilos en el aire nos muestra la vida de Concha Méndez, la Sinsombrero, una mujer que pese a las vicisitudes de su época se lanzó de lleno a trazar su camino, a encontrar los vericuetos donde poder realizar sus sueños en un
mundo que le fue hostil por el mero hecho de ser mujer.
Precisamente este es uno de los puntos en los que nuestro proyecto de mediación incide y con el que hemos trabajado en colaboración a las Áreas de Igualdad de los Ayuntamientos de Móstoles, San Fernando de Henares o Rivas Vaciamadrid, sumándose además las Áreas de Cultura, Educación y Mayores.
Se trazan por tanto tres sendas diferenciadas pero no excluyentes en el trabajo de mediación en torno a Hilos en el Aire:
1) LO INTERGENERACIONAL:
Puesto que el espectáculo toma como referencia Memorias habladas, memorias armadas, escritas por Paloma de Ulacia tras una serie de encuentros en los que graba a su abuela Concha, encontramos que era necesario un espacio donde se diese un diálogo intergeneracional entre el alumnado de distintos institutos y las/os mayores, con el objetivo introducir las artes escénicas como herramienta transformadora dentro del aula, promoviendo el intercambio intergeneracional y contribuyendo al conocimiento de las mujeres del 27; utilizando siempre el mundo creativo de Concha Méndez (poemario) bajo una mirada contemporánea y personal.
2) LA ESCUELA:
Junto a las memorias de Concha, el punto de partida de Hilos en el aire se sitúa
también en una gozosa inmersión en las cartas que Concha Méndez y Maruja Mallo (pintora del 27) se intercambiaron durante sus viajes. Lo epistolar nos invitaba a la reflexión, a detenernos en un mundo que nos arrastra en la vorágine de lo inmediato.
Por ello nos atraía la idea de llevar a la escuela la lectura/escritura de cartas como recurso para conocer a Concha Méndez. Y trabajar además de manera colectiva en la creación de un cadáver exquisito, el famoso juego surrealista.
3) IGUALDAD:
Bien es conocida la invisibilización a la que las mujeres dedicadas al arte en cualquiera de sus disciplinas han estado sometida durante siglos; y si estaban visibilizadas, no eran lo suficientemente valoradas. Bajo el nombre de Las Sinsombrero se agrupan una serie de mujeres que pertenecieron a la Generación del 27 y que poco a poco salen a flote del ostracismo artístico y el exilio al que estuvieron sometidas.
Rescatar a la Méndez de ese exilio supone un ejercicio también de autorrescate.
Recobramos su mundo, para desde ahí reconquistar el propio. Desde lo singular a lo colectivo, hacia la recuperación de la memoria de todas esas mujeres cuyas obras y vidas han sido invisibilizadas durante demasiado tiempo. La poesía de Concha nos sirve para explorar[nos], [des] cubrir[nos] y [re]crear[nos] a partir de una inmersión en el mundo de nuestros deseos y los sueños, tanto propios como colectivos, tejiendo hilos comunes y construyendo colectivamente una madeja de lazos de historias vividas y
compartidas.
Sinespacio es una compañía con una amplia trayectoria en la creación de espectáculos sostenidos por su correspondiente trabajo de mediación, no entendemos lo uno sin lo otro. Avalan nuestra trayectoria proyectos como Filum o ¡MÍRAME! de nuevo, este último con la participación de un grupo de jóvenes de la Fundación Prodis, que trabaja para el desarrollo personal y la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad intelectual.

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