365 es un viaje emocional por las cuatro estaciones de mi primer año en Euskadi. Surge de mi necesidad de plasmar en escena lo que para mi implicó vivir por primera vez los cambios de estación.
La obra se construye desde la influencia de la luz en los cuerpos de las intérpretes. Para ello se indagó en las emociones generadas por una serie de colores
asignados a cada época del año. Por lo tanto, 365 trata de tres intérpretes que representan mis emociones jugando con la calidad de la luz.