¿Qué pasaría si escucháramos a las personas que tenemos más cerca para divagar y redescubrirse a través de sus vivencias? Esta obra explora cómo imbuirse de realidades ajenas puede ser lo precursor para observar entonces el presente de una manera diferente.
‘Y el regusto’ emerge como un susurro que invita a detenerse, a redescubrir la belleza en lo esencial, a romantizar lo olvidado. Es una simbiosis de ensoñación y realidad, de crudeza y análisis de la experiencia humana; lo que nos mueve, lo que nos colapsa, lo que nos invita a gozar. Una danza que celebra otros modos de ser, de comunicarse, de conectar.