Hay historias que merecen ser contadas… Todos tenemos un desván, un álbum donde guardamos recuerdos, donde escondemos lo que se supo y lo que nunca quisimos que se supiera. Es un lugar donde los sueños no cumplidos siguen despiertos y donde celebramos los que sí se lograron. En este espacio, tienen derecho a permanecer tanto los momentos difíciles como los buenos, los que traicionaron a la familia y los que la honraron. Es el hogar de nuestros ancestros, que a veces, más que antepasados, son Antepresentes.