UNA ACTUALIZACIÓN DEL TEXTO DE EUGENE IONESCO, HECHA EN SU ESTILO,
PRESERVANDO SU COMICIDAD, SU HUMOR ABSURDO, SU ESTRAFALARIO SENTIDO DE LA REALIDAD, SU DESPIADADA CRÍTICA A LA INCOMUNICABILIDAD DE UNA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL EN AGONÍA.
UN ESPECTÁCULO ENTRETENIDO.
UN RITMO ABRUMADOR.
UNOS PERSONAJES INOLVIDABLES.
“La cantante calva” este disparate provocador, pieza fundamental del estilo que se suele definir, por fas o por nefás: teatro del absurdo, sigue seduciéndonos, para manifestar la ruina de nuestra comunicación verbal.
No se necesita saquearla, solo una leve adaptación, subrayando la agonía de una civilización occidental, sorda a los ecos inquietantes de guerras e incapaz de proyectarse en un futuro sostenible.