Subdirectora del Teatro Principal de Alicante
En los años cuarenta del siglo XIX la burguesía alicantina de propietarios dedicados al comercio era dinámica y emprendedora. Además del comercio local, Alicante, ciudad marítima, era uno de los lugares de recepción y distribución de productos coloniales y otras mercancías al interior de la península. A ellos les unía su estatus y también la idea de levantar su templo, su teatro burgués. Nuevo, exento, monumental, representativo, fuera de la ciudad histórica. Gracias a esa élite de comerciantes, propietarios y dos nobles, que avalaron y pagaron el préstamo para hacer realidad la construcción. Y al Ayuntamiento que cedió el terreno, en la calle Barranquet (actual Avenida de la Constitución), por una suma simbólica.
En 1847 Emilio Jover Pierron (Nancy, 1812 Alicante, 1854), arquitecto por la Real Academia de San Fernando y arquitecto municipal lo proyecta y lo convierte en referente arquitectónico de la ciudad de Alicante y también de la tipología teatral, de la primera mitad del siglo XIX, como se aprecia claramente en la imagen del dibujo del arquitecto.
La denominación de Teatro Nuevo, construido e inaugurado en 1847, está relacionada con la del Teatro Viejo, que estaba ubicado en la calle Liorna, actual López Torregrosa. El edificio destaca por su ubicación exenta, su monumentalidad con una fachada principal de orden gigante con seis columnas de fuste liso, acabado por un frontón triangular. En la fachada posterior y laterales, de sillares de piedra, se dispone una seriación académica de vanos en cada uno de los pisos, y como línea de remate una potente cornisa, que en su primera época estaba coronada por una balaustrada. Así como se aprecia en el grabado con cubierta a dos aguas.
A principios del siglo XX, el arquitecto Juan Vicente Santafé, elevó la cubierta, y así se mantuvo hasta que en 1939 sufrió una destrucción parcial por un bombardeo sobre el edificio. Juan Vidal Ramos fue el arquitecto de esa restauración. Se reinauguró en 1941. Al Teatro Principal la burguesía iba en carruajes y al bajar comenzaba el ritual de acceso, del pórtico, al vestíbulo y de este a las escaleras, a los palcos o a la sala de amplias dimensiones en forma de herradura y, visual y acústicamente resuelta para las representaciones escénicas. Destaca la ordenada ornamentación, las luces y la gran araña central.
El arquitecto Alfonso Navarro presentó al Ministerio de Obras Públicas el proyecto de rehabilitación y restauración del Teatro Principal, en 1985, algunas cuestiones retrasaron el inicio de las obras. Entre los cambios arquitectónicos en el edificio destaca el de una nueva construcción para ampliar en superficie y en altura la caja escénica con un nuevo peine para la maquinaría teatral así como la específica de efectos especiales y telones. También se remodela el espacio del foso de la orquesta. Los camerinos se trasladan a un espacio construido y ubicado bajo la plaza de Ruperto Chapí. Se redecora el interior de la sala y se restauran las fachadas del edificio.