Rehabilitado por el arquitecto Rafael Baltar, quien respetó su arquitectura original, el teatro mantiene su exterior modernista con el adosado de unas galerías que llenan de luz el interior. Se han invertido más de 4 millones de euros para ampliar el espacio escénico, crear un pequeño foso para 25 músicos, un bar de estilo americano o una sala de descanso. Las paredes de granito o el pan de oro escénico ayudan a recuperar su encanto decimonónico.
Actualmente se presenta como uno de los referentes teatrales públicos de Galicia, junto al teatro Rosalía de Castro, con capacidad para 650 personas