Cuando se cumplen dos siglos del nacimiento de Nikolai Gógol (1809-1852), ‘L’ Inspector’, una de sus obras más relevantes, regresa al primer plano de la actividad escénica. Es el texto que ha escogido Sergi Belbel para que el Teatre Nacional de Catalunya lo ponga en escena a partir del 4 de febrero. El dramaturgo dirige una función que pone al descubierto con humor e ironía la corrupción política que atenazaba a la Rusia del siglo XIX.
Jordi Galceràn se ha encargado de realizar una versión del texto escrito por Gógol, considerado una obra maestra dentro del género del drama satírico. Una adaptación libre en la que ha respetado el fondo del original, la pormenorizada descripción de la hipocresía y el cinismo del que hacen gala los que ostentan algún tipo de poder.
En ‘L’ Inspector’, el protagonismo recae en Iván Khlestakov, un estafador que llega a una ciudad rusa de provincias acompañado de su criado. Allí le tributarán un recibimiento inesperado. Días antes, el jefe de policía del municipio, Antón, conoció la noticia de que iban a recibir la visita de incógnito de un delegado gubernamental.
Todos los estamentos del poder involucrados en asuntos sucios se prestarán así a enmascarar ante el inspector una realidad marcada por la corrupción y el abandono de las obligaciones contraídas por las autoridades municipales. La trama de ‘L’ Inspector’ se dispara cuando Khlestakov es confundido con el delegado del Gobierno. El resultado es una sátira que encierra una contundente denuncia a la hipocresía, estupidez, codicia y banalidad de los oficiales y los altos cargos de las provincias rusas.
‘L’ Inspector’ se representó por primera vez en 1836, bajo la protección del zar Nicolás I. A pesar de la circunstancia, el texto de Gógol escandalizó a los sectores más conservadores de la sociedad rusa de la época. El dramaturgo se vio obligado a salir de San Petersburgo. El tono satírico de la obra no fue entendido por muchos y se marchó a Roma.
El Teatre Nacional de Catalunya produce este proyecto que cuenta con el aval de la dirección de Sergi Belbel, desde 2005 director del centro. Aparece al frente de un equipo artístico en el que figuran Max Glaenzel y Estel Cristià (escenografía), Javier Artiñano (vestuario), Kiko Planas (Iluminación) y Albert Guinovart (música original). La larga treintena de personajes que hay en el texto original han quedado reducidos a un plantel de 17 intérpretes.
La Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya será el escenario que aloje el estreno absoluto de la función, de 160 minutos de duración, el 4 de febrero de 2009. La obra permanecerá en cartel hasta el 12 de abril.
Representantes de la entidad mantuvieron encuentros durante tres días, del 11 al 13 de febrero, con directivos/as y profesionales de varios espacios y proyectos escénicos, para preparar el viaje en el que participarán los/as asociados/as el próximo mes de junio.
El Teatro Circo de Murcia alberga la primera función, “Xpectro”, de la compañía Zen del Sur.
Desde su creación en el año 2000, la entidad —de la que forman parte los principales teatros, festivales y redes escénicas del país— ha trabajado activamente en la profesionalización del sector y en la defensa de un modelo de exhibición público, accesible e inclusivo, impulsando proyectos de formación, mediación, investigación, internacionalización o gestión de públicos.