Concedidos por el Ministerio de Cultura, están dotados con 30.000 euros
La bailaora malagueña Rocío Molina, en la modalidad de Interpretación, y la coreógrafa y bailarina de Terrasa Àngels Margarit, en la de Creación, han obtenido los Premios Nacionales de Danza correspondientes a 2010, galardones que concede anualmente el Ministerio de Cultura y que están dotados con 30.000 euros cada uno.
El jurado ha concedido este premio a Rocío Molina Cruz por “su aportación a la renovación del arte flamenco y su versatilidad y fuerza como intérprete capaz de manejar con libertad y valentía los más diversos registros, características que se expresan de manera especial en sus últimos trabajos Oro viejo y Cuando las piedras vuelan". Por su parte, Ángels Margarit Viñals ha sido distinguida por “su trayectoria como creadora de un lenguaje coreográfico y estilo propios que no ha dejado de enriquecer con una constante labor de investigación; y por su reconocimiento internacional y por su generosidad en la formación de creadores contemporáneos”.
El jurado ha estado presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Félix Palomero, y el subdirector general de Música y Danza del INAEM, Antonio Garde, ha actuado como vicepresidente. El jurado ha estado compuesto por Ana Victoria Cabo, Omar Khan, Manuel Llanes, Julia Martín Alafont, Alfonso Ordóñez Maray, Pep Ramis en representación de la compañía Mal Pelo, y Lola Greco, ambos galardonados en 2009.
Àngels Margarit (Terrassa, 1960), bailarina, coreógrafa y pedagoga, se dedica a la danza desde hace casi treinta años. Pertenece a la primera generación de bailarines contemporáneos surgida a finales de los años 70, del Institut del Teatre de Barcelona, y desde 1985 dirige una de las compañías de danza más consolidadas del panorama nacional: Mudances. Nombre también de la primera pieza que montó al frente de su formación. Antes, permaneció durante cinco años en el colectivo Heura, con el que estrenó Temps al Biaix, primer espectáculo de danza del país concebido como una sola pieza. Con sus primeros montajes, Mudances (1985) y Kolbebasar (1988), entró en la escena internacional donde siguió presentando con regularidad su obra. Solo para una habitación de hotel (1989), Suite d´estiu (1993), Tèrbola (1998), La edat de la paciència (1999), Origami (2002) y Solo por placer (2005), y Flexelf (2008), son algunos de los muchos montajes que ocupan más de veinte años de creación coreográfica. Dentro del campo de la improvisación ha colaborado con creadores como Andrés Corchero, María Muñoz, Alexis Eupierre y Mónica Valenciano, entre otros, y ha creado piezas de vídeo-danza como Boquería y Du Parc 504. Como pedagoga ha impartido cursos, talleres y repertorio en varios países y como creadora ha sido galardonada con premios como el Nacional de Dansa de Catalunya en tres ocasiones, el Premio Ciudad de Barcelona de las Artes Escénicas, en 1993, y el Gran Prix del Concurso Coreográfico de Bagnolet, en 1998.
Rocío Molina tuvo con tres años su primer contacto con la danza. Y desde entonces, y hasta ahora, el flamenco ha protagonizado la intensa trayectoria de esta joven artista de la escena actual. En 2002 se graduó con matrícula de honor en el Real Conservatorio de Danza de Madrid, y un año antes, ya estaba bailando en la compañía de María Pagés, donde realizó su primera incursión en lo coreográfico, creando una coreografía para el espectáculo Las Cuatro Estaciones. Fue unos años después cuando la bailaora, a los 21 años, presentó su primera obra como creadora, Entre paredes. En el Festival de Jerez de 2006, Rocío Molina estrena El eterno retorno, una obra inspirada en textos de Nietzsche, con dirección musical de Juan Carlos Romero, dirección escénica de Pepa Gamboa y la colaboración de Teresa Nieto y Pasión Vega. Con esta obra recibió calurosas críticas como creadora emergente. Otros espectáculos estrenados son Turquesa como el limón (2006), visto en el Teatro Pradillo de Madrid, Almario (2007) y Cuando las piedras vuelen (2009). Entre los galardones que ha recibido figuran el de bailarina sobresaliente en el XI Certamen de Coreografía de Danza Española y Flamenco, y el premio de la crítica Flamenco hoy a la bailarina revelación 2006.