El Teatro Barakaldo estrena el primer montaje del proyecto Maki Escénica
Bajo el nombre de Maki Escénica, una firma con la que quieren reivindicar una forma de hacer teatro y el carácter artesanal de las artes escénicas, la actriz Irene Bau y el director Ramón Barea inician un nuevo proyecto artístico con el estreno el 25 de febrero de Ecografías en el Teatro Barakaldo. El montaje es la adaptación de un monólogo homónimo escrito por Karmele Jaio. Completan el equipo Olga Sanz (vestuario), Iñaki García (iluminación) y Jose Urrejola (música y espacio sonoro).
El relato Ecografías forma parte de una publicación colectiva, Historias del 8 de marzo, en la que ocho escritoras vascas crearon ocho historias para conmemorar el 8 de marzo de 2008. Ecografías es un relato escrito originalmente en castellano y que su autora ha rescatado para su nueva publicación Heridas crónicas. El montaje, que toma como punto de partida el viaje de una mujer a Addis Abbeba para adoptar a una niña, es un viaje a las entrañas de la maternidad. “Un desnudo femenino. Un texto conmovedor por su sencillez que escanea los recuerdos y los sentimientos alborotados de una mujer que viaja a Addis Abbeba para adoptar a una niña, pero suviaje interior le conduce a un territorio más desconocido: ella misma. Su condición de mujer”, así definen el montaje los responsables de Maki Escénica, que han tratado de dirigir el texto de Karmele Jaio directamente al corazón y al cerebro del espectador.
“Hay un invisible cordón que, aunque se corte, nos une de por vida a nuestros padres y a nuestros hijos. Ecografías tira de ese cordón para desentrañar el alma oculta de los sentimientos sobre los que no se habla. Un texto nacido para la literatura, que se convierte en texto dramático, porque sus conflictos interiores son materia teatral de primer orden. Karmele Jaio ha escrito un monólogo conmovedor. Su demoledora sencillez sirve de catarsis a un espectador como nosotros que guarda muchos secretos, no dichos. Se ha buscado una puesta en escena que a pesar de su complejidad técnica vaya directa y de una manera sencilla (lo más difícil es la sencillez) hasta el espectador de hoy mismo, de ahora mismo”, explican Irene Bau y Ramón Barea.
Con el pretexto de una adopción internacional a cargo de una mujer que pese a no tener pareja, desea ser madre, a través de recuerdos, de infancia, de sueños, anhelos y miedos, la obra es un retrato de la condición femenina, sobre la mujer, una mirada al interior, a los sentimientos más profundos, más allá de la maternidad….
Como si de una ecografía se tratase, la puesta en escena también plantea una inmersión en los recuerdos y los pensamientos, corporeizados en el audiovisual. “La idea ha sido jugar con que el vídeo tenga valor por sí mismo y que no sea una ilustración de la obra ni se limite a contextualizar el texto, sino que tenga un carácter evocador, de modo que en ocasiones se juega con varias proyecciones a veces contradictorias, en el sentido de que a veces una pertenece al espacio de la realidad y la otra al de los sueños”, explica el director, quien ha querido impregnarse de la propia sencillez del texto.
Ecografías se estrena en Barakaldo Antzokia para posteriormente iniciar una gira que le llevará a Oñati (4 de marzo), Elgoibar (11 de marzo), Getxo (26 de marzo), Amorebieta (1 de abril), Bilbao (6 de abril) y Gasteiz (9 de junio).
Maki Escénica es un proyecto que surge con el objetivo de ser algo más que una compañía de teatro. Sus creadores lo definen como una firma artística, un estilo de trabajo, una línea estética y un proyecto creativo, con la que apostar por la creación contemporánea y los lenguajes teatrales en todas sus vertientes y posibilidades escénicas. Entre los proyectos que se irán perfilando, destaca la creación de Sociedades de Espectadores, que impulsen la presencia ciudadana en las decisiones relativas a Artes Escénicas para puedan incidir en la oferta cultural, con el fin de devolver al espectador su carácter de ciudadano dotándole de vías de decisión e incidencia en las artes escénicas.
Además, Maki Escénica pretende reivindicar el carácter artesanal y efímero de la producción escénica, en contra del concepto de Industria Cultural, así como crear un estilo de trabajo innovador en las Artes Escénicas, impulsando las coproducciones y buscando acuerdos de riesgo compartido entre los creadores y los programadores.