Comediants hace de la muerte una gran fiesta escénica a modo de varietés

El escenario del Teatro María Guerrero de Madrid acoge, del 1 de noviembre al 4 de diciembre, el montaje  Perséfone. Variaciones Mortales, un espectáculo inspirado en el modelo de varietés con el que se enfrenta a uno de los grandes temas universales: la muerte. Joan Font, director de la compañía, que estrenó este montaje en julio pasado en el Festival Internacional Chéjov de Moscú, explica que Comediants siempre ha escogido temas universales para sus creaciones, como la fiesta, el sol, el fuego, la noche, el agua, los sueños, el tiempo, el mar, el juego, la vida… “Somos gente temática… En parte, la muerte ha aparecido en muchos de nuestros espectáculos de forma intermitente. Así que con Perséfone queremos cerrar el ciclo clásico de temas universales que empezamos en 1973, justo cuando vamos a cumplir 40 años de vida. Queremos cerrar el círculo, renacer de nuevo”.

 “Vivimos un momento muy importante, un momento brutal, donde el ser humano mata más que nunca y donde la muerte sigue siendo un tema tabú para muchos de nosotros”, explica Joan Font, que se ha querido enfrentar a la muerte a partir del característico y personalísimo lenguaje escénico de Comediants. Protagonizado por Àngels Gonyalons, Jordi Llordella, Laia Oliveras, Laia Piró, Marc Pujol y el músico Ramón Calduch, Perséfone es un espectáculo de varietés inspirado en la diosa de la muerte: “Hemos querido darle a la muerte el protagonismo que merece..”.

De ahí reside la decisión de elegir la forma de varietés, a modo de variaciones musicales, explica Joan Font que el objetivo que perseguía era contar muchas cosas sin un hilo conducir claro. Queríamos acercarnos a la muerte “mirándola cara a cara, utilizando la ironía para reflexionar sobre nuestra civilización, con un desfile de personajes y situaciones que nos mostraran las costumbres, las creencias, los mitos y las leyendas que existen sobre la muerte”.

En palabras de Joan Font, Perséfone es un musical “mediterráneo, nuestro, autocrítico”. Coproducido con el Teatro Lliure y el Centro Dramático Nacional, el espectáculo se sucede en un desorden lógico de cinco partes, que invitan al espectador a conocer la historia de la  hermosa Perséfone,  que fuera raptada del Olimpo por Hades (dios de la muerte) cuando era la bella Core obligándola a casarse con él y convirtiéndola en la reina del inframundo. Curiosamente, dice Font, todo el mundo ha escuchado hablar de ella, “pero realmente hay poca gente que conozca bien su historia…”.

Hace siglos que Perséfone ejerce su trabajo con precisión y dedicación… Cada persona que muere es conducida por ella, al reino de los muertos. Font recuerda que nadie como Perséfone conoce al ser humano, desde sus anhelos hasta sus miedos. Así que a través de esta historia de cuento mitológico, a través del viaje de Perséfone, todo pasión y juventud virginal, hasta convertirse en la reina del inframundo, es espectador irá descubriendo nuevos paisajes y viejos conflictos relacionados con nuestro destino final: la muerte. La hija de Zeus y Diana, que encarna a la juventud, vuelve todos los años con la primavera…

“El hombre frente a la muerte, el circo, los ataúdes, la cremación, la relación del humano con  el ser que desaparece para siempre. “Guiados por Perséfone, a lo largo del espectáculo  viajaremos por la delgada línea que une la vid y la muerte. Nos preguntamos adónde vamos cuando morimos, todas esas cosas que genera la muerte es lo que nos preguntamos también en el espectáculo… El ser humano como amante de Perséfone, la mujer de las mil caras”, sostiene el director del montaje, donde se trata la muerte como rito pero también en su relación con el hombre, como amante de la muerte.

Un tema tan profundo y delicado como éste, dice Font, sólo podía tratarse desde un enfoque poético, de humor, de ironía, de musicalidad y de surrealismo. Los personajes utilizan en todo momento la máscara, el canto, el baile, el gesto, la palabra, la comedia del arte, la coreografía, el teatro objetual y el transformismo. La máscara es el elemento clave junto con la expresión corporal para  dar a cada uno de los personajes su valor y carácter más allá de la pequeña anécdota.

De esta forma, durante la preparación del montaje la compañía hizo un intenso trabajo de máscaras con talleres para encontrar a los actores que precisaba la historia. “Habíamos decidido que la base del espectáculo sería musical, por eso buscábamos actrices que se supieran mover bien. Habría música de texto, de baile, de imagen, de canciones… Y la máscara como un elemento esencial de ser humano. El espectador sólo ve las caras de los intérpretes al final del espectáculo”, explica Joan Font, que celebra el encuentro decisivo con la actriz Àngels Gonyalons, que da vida a la hermosa Perséfone.