ACTUALIDAD

Noticias

Gerardo Vera se despide del CDN con ‘Agosto (condado de Osage)’ de Tracy Letts

21 Diciembre 2011

El montaje estará hasta el 19 de febrero de 2012 en el Teatro Valle-Inclán

Gerardo Vera se despide del CDN con ‘Agosto (condado de Osage)’ de Tracy Letts

El montaje "Agosto (Condado de Osage)", de Tracy Letts, supone la despedida de Gerardo Vera al frente del Centro Dramático Nacional, unidad que ha venido dirigiendo en los últimos ocho años. La obra, un clásico contemporáneo del dramaturgo estadounidense Tracy Letts, se puede ver hasta el 19 de febrero en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, con un elenco de intérpretes encabezado por Amparo Baró y Carmen Machi, en el que también destacan Sonsoles Benedicto, Alicia Borrachero, Irene Escolar, Gabriel Garbisu, Antonio Gil, Markos Marín, Miguel Palenzuela, Chema Ruiz, Clara Sanchis, Marina Seresesky y Abel Vitón.

 La obra de Tracy Letts, que fue saludada por el New York Times como “la nueva obra americana más apasionante que Broadway ha visto en años”, recibió el Premio Pulitzer de Teatro en 2008. Se estrenó el 28 de junio de 2007 en el Steppenwolf Theatre de Chicago y posteriormente se representó con enorme éxito en dos teatros de Broadway, dirigida por Anna D. Shapiro, con un total de 648 representaciones. Obtuvo el número 1 en la lista de «Diez espectáculos más destacados» de la revista Time en 2007, año en el que además obtuvo cinco premios Tony, incluido el de mejor obra del año y mejor director para Anna D. Shapiro.

El montaje, que cuenta con la versión de Luis García Montero, cuenta la historia de una familia que se enfrenta con su pasado y su presente en una gran mansión en las afueras de Pawhuska, Oklahoma. "Agosto (Condado de Osage)" es una comedia de humor negro que se ha representado con gran éxito en numerosos países. En palabras de Gerardo vera, Agosto es la historia de una familia que no es ni más ni menos que una epidemia, un grupo de seres humanos encerrados en una casa destartalada “A través de cuyas grietas empieza a rezumar un sumidero de putrefacción, de aguas estancadas que los van encharcando, asfixiados por el calor pegajoso de unos días de verano durante los cuales parece que el mundo se acaba. Es más, ese mundo está ya en trance de desaparecer para siempre aunque ellos no puedan darse cuenta”.

A lo largo de cuatro horas, Tracy Letts habla de un lugar preciso de América, de una casa situada en las afueras, de una familia con una herencia envenenada, “a través de la cual asistimos sin contemplaciones al resquebrajamiento del «American dream» en la voz de unos personajes vibrantes, llenos de vida, de frustración y de dolor que se rebelan en vano contra un mundo del que ya no pueden escapar. Tres generaciones, un matrimonio de dos viejos en sus últimos estertores, sus tres hijas marcadas por una herencia contaminada, y una niña de quince años que ha aprendido a convivir sin ningún problema con un mundo de adultos que desprecia, pero que es el suyo y del que no puede desprenderse”.

Pero hay más, dice el director de la obra. En el fondo, "Agosto" es una metáfora de nuestro mundo, “de un mundo que ya nunca será el mismo y que se lleva por delante las ilusiones y los sueños de tres generaciones. El fin de algo y el principio ¿de qué? Esa es la gran pregunta que empieza a hacerse Beverly Weston, el padre de familia, tan lúcido que huye antes de la primera escena de un mundo que ya no le pertenece”. La creación que hace Letts de Violet Weston, una madre autoritaria, enferma y enloquecida por los medicamentos y por el dolor que le quema la boca, “es uno de los personajes más extraordinarios que he leído nunca, una madre autoritaria que sobrevive al mal y a la enfermedad combatiéndolos con su propio veneno y que acabará destruida por él en uno de los finales más desesperanzadores que he visto en mucho tiempo”, explica Gerardo Vera.

Compartir