Después de seis ediciones,
la Escuela de Verano de La Red se ha afianzado como un espacio de encuentro, formación y reciclaje para muchos profesionales ligados a lo departamentos técnicos de los teatros y auditorios del país. Y es que áreas como iluminación, la dirección técnica o el sonido han evolucionado progresivamente durante la última década para incorporar nuevos procedimientos e instrumentos de trabajo.
“Hemos pasado de lo analógico a lo digital, de enviarnos los planos de luces por fax, hechos con bolígrafo y plantilla, a recibir todo tipo de datos a través de mail, con diseños realizados por programas informáticos que requieren una formación específica en Autocad o Wysiwig”. Son palabras de
Juan Amieva, técnico en el departamento de producción del
Teatro Jovellanos de Gijón.Amieva es uno de los rostros habituales cada verano en Almagro, donde se desarrollan los cursos y talleres programados por La Red para hacer frente a las demandas formativas de los técnicos del espectáculo en vivo. “
Nuestra profesión–reconoce Amieva- ha evolucionado de una manera muy dinámica. La irrupción de nuevas tecnologías y materiales conllevó la obligación de reciclarse sobre la marcha, lo que empujó a los técnicos a formarse unas veces de forma autodidacta y otras a través de cursos de formación específica”. Una opinión que comparte
Carlis Flores, técnico en el
Teatro María Guerrero del CDN, “
cada vez hay más exigencias técnicas en el ámbito de las artes escénicas”.
La oferta que La Red Española propone se modifica años tras año, atendiendo a las necesidades detectadas en el ejercicio profesional de los técnicos del espectáculo. Este año, como novedad, se han programado tres nuevos talleres: el curso “Autocad para técnicos de equipamientos escénicos”, “Catalyst” y el taller “Trabajo en equipo y dirección de personas”. Junto a estas propuesta formativas, la Escuela sigue apostando por temas genéricos relacionados con la dirección técnica, los motores eléctricos o la sonorización de espectáculos teatrales. “La constante evolución en nuestros oficio –explica Amieva- hace necesaria una combinación de cursos básicos con cursos muy específicos, de manera que las personas que nunca han pasado por los cursos básicos sigan teniendo oferta y a la vez se combinen con cursos más específicos. Esto hace que la oferta formativa no se quede obsoleta en pocos años, pero obliga a los responsables de formación de la Red a un trabajo constante de propuestas y preparación de nuevos cursos”.
Una de las señas de identidad de la Escuela es su apuesta por integrar en su programación a gestores y técnicos de espectáculos en vivo, una estrategia poco frecuente en el sector y que genera dinámicas participativas muy interesantes. Este espacio de encuentro conjunto, defiende Amieva, nos “aporta la posibilidad de interrelacionarnos, compartir experiencias y conocer otros puntos de vista y preocupaciones. Me parece importante este encuentro entre perfiles profesionales distintos pero que viajan en el mismo barco”. Sin duda, uno de los logros de La Red, como apunta Carlis, es que “se trata de un espacio ideal y en unas fechas irrepetibles, pues son previas al Festival de Almagro. Se respira ambiente de artes escénicas. Es uno de los grandes logros por parte de la organización. Además, unir técnicos con otros profesionales del sector, abre una vía de entendimiento y conocimiento de lo más fructífero”.
“Son cinco días en los que recibes la formación de unos profesores con grandes conocimientos y experiencia –añade Juan Amieva- pero también compartes conocimientos con técnicos venidos de distintos puntos de España, que viven realidades distintas a las tuyas. Además –concluye- se produce un encuentro intergeneracional muy interesante entre técnicos veteranos, con una gran experiencia ,y técnicos jóvenes recién salidos de escuelas”.
Muchos de los técnicos que han pasado por la Escuela de Verano reconocen la insuficiente oferta formativa en nuestro país, así como la dificultad de compaginar su trabajo con la participación en seminarios monográficos o talleres especializados. “En nuestro sector es muy difícil compatibilizar los cursos con nuestros horarios de trabajo. Gran parte de la oferta formativa no está orientada específicamente a nuestro sector, sino a ámbitos cercanos al nuestro, pero con formas de trabajo distinto, como la televisión, la radio o el cine. Por otro lado, los centros especializados están en Madrid y Barcelona, lo que te permite acceder a cursos monográficos muy puntualmente. Curiosamente, en nuestro sector se echa de menos más oferta de formación a distancia”.
La crisis y las dificultades que atraviesan algunos espacios escénicos públicos para mantener sus programaciones también afectan sustanciales afectan sustancialmente a las condiciones en las que desarrollan su trabajo los profesionales técnicos. “Existe una gran incertidumbre hacia lo que se avecina”, constata Amieva, “el espectacular bajón en las programaciones de los espacios públicos se está dejando notar muy negativamente en nuestro sector. Todo esto –cierra- obliga a nuestros profesionales a buscar trabajo en sectores cercanos al nuestro”.
