El sector escénico ha reclamado una nueva fiscalidad (la última reforma del Gobierno ha elevado hasta el 21% el gravamen del IVA) y su participación en la futura Ley de Mecenazgo con objeto de garantizar su sostenibilidad. Ésta ha sido una de las principales reivindicaciones que se han puesto sobre la mesa durante la inauguración, el 12 de diciembre, de Mercartes, el Mercado Bienal de las Artes Escénicas de Sevilla.
En torno a 800 profesionales se dan cita desde desde el 12 de diciembre en Sevilla en el principal espacio de negocio y encuentro para el sector en nuestro país. Mercartes se inauguró con la lectura de un manifiesto conjunto a cargo de las principales asociaciones y representantes del tejido escénico en nuestro país (FATEDA, La Red Española de Teatros y la Asociación de Autores de Teatro). Un texto con el que las entidades organizadoras expresaban su cohesión y reivindicaban a las administraciones públicas la adopción de diferentes medidas para garantizar la sostenibilidad del sector.
Los autores teatrales, productores, gestores culturales y programadores que durante estos días se dan cita en Sevilla exigieron al gobierno la aplicación inmediata de un IVA reducido a los productos culturales y recordaron los negativos efectos del reciente incremento de la fiscalidad que grava las entradas de artes escénicas.
También se ha reclamado la participación activa del sector en la redacción de la futura Ley de Mecenazgo y la creación de una mesa conjunta de trabajo que reúna a representantes del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música, las empresas productoras (FAETEDA) y los responsable de los teatros públicos asociados a La Red nacional para buscar “fórmulas adecuadas de cooperación entre el sector público y privado que garanticen las programaciones de los espacios escénicos”. Otros de los aspectos abordados en el manifiesto fueron “la presencia de las artes escénicas en el sistema educativo” y el desarrollo de políticas de comunicación que trasladen a la ciudadanía el valor social y económico de la cultura.
El acto inaugural contó con la presencia de Daniel Martínez, presidente de FAETEDA (Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza); José Luis Rivero, presidente de La Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública; Gaspar Sáez, director gerente de FIBES; Jesús Campos, presidente de la Asociación de Autores de Teatro, AAT y Jaume Colomer, comisario de MERCARTES 2012.
Un informe sobre la situación del sector
Otro de los actos destacados de la jornada fue la presentación del 'Informe bienal sobre la situación actual y las tendencias del mercado de las artes escénicas en España', un documento que analiza la evolución del sector durante los últimos años y que aborda los retos que deberá hacer frente en un futuro para garantizar su sostenibilidad. El informe, en cuya redacción han participado diferentes expertos del ámbito de la gestión cultural, la producción o la programación, destaca las fortalezas del tejido escénico del país, así como los riesgos derivados de la creciente reducción de ayudas al sector. Las entidades organizadoras recordaron que “la existencia de una oferta diversificada y de calidad, el potencial creativo de la industria escénica y su importante aportación al PIB” deben ser tenidas en cuentas por las administraciones en el diseño de sus políticas culturales, y que la actual situación de crisis se está viendo agravada por “modelos organizativos rígidos, cautivos del procedimiento administrativo, que han dificultado la gestión de públicos y la captación de ingresos de taquilla”.
Los representantes de las entidades organizadoras también subrayaron los efectos negativos del incremento de la fiscalidad que grava las entradas de artes escénicas, un hecho que “puede comportar una reducción de un 20% de la demanda, una pérdida anual de 3 millones de entradas y de 50 millones de euros”. Durante el acto, los representantes de FAETEDA, ATT y La Red también denunciaron que la actual “desatención de las artes escénicas por parte de las administraciones puede llevar a la banalización de sus contenidos, a la pérdida de públicos y a la debilitación progresiva o desaparición de las organizaciones del sector”. En este sentido, reclamaron la cohesión de todos los agentes del sector y su colaboración en la búsqueda de “un nuevo modelo de financiación” para la creación y la producción, así como el desarrollo de una “norma jurídica que defina los derechos culturales de los ciudadanos y las prestaciones que deben garantizar las administraciones públicas”.