Alrededor de 50 profesionales se dieron cita el miércoles, 23 de mayo, en el Auditorio de San Marcos de Madrid para celebrar la segunda asamblea anual de La Red, un acto durante el cual se repasaron algunos de los proyectos promovidos por la entidad durante los últimos meses y se avanzaron las líneas de trabajo futuras. Durante el encuentro, también se abordaron otros aspectos relativos a la gestión económica y presupuestaria y se formalizó la incorporación del Auditorio de la Casa de Campo de Madrid, un espacio escénico que, durante los últimos treinta años, ha desarrollado una intensa labor en el ámbito de la música.
Las acciones formativas ocuparon gran parte de la agenda del día. Los integrantes de la Comisión de Formación valoraron muy positivamente el “nivel de participación que marcará la próxima edición de la Escuela de Verano de Almagro”, una participación que se manifiesta especialmente en los dos seminarios y talleres dirigidos a gestores, Financiación Europea e Internacionalización, en los que “se han inscrito un total de 55 profesionales”.
La Junta Directiva informó de los recientes contactos con la asociación de Artistas con Discapacidad, un proceso de diálogo que pretende trabajar de forma consensuada sobre ámbitos como “la visibilidad de los artistas con discapacidad, la inclusión social o los protocolos para la mejora de la accesibilidad a los espacios de titularidad pública”.
El último apartado de la Asamblea coincidió con la presentación del Mapa de Programación 2012, una investigación desarrollada por La Red en colaboración con el Departamento de Sociología de la Universidad de Valladolid. El trabajo analiza las características de las programaciones ofertadas por los espacios asociados a La Red el pasado año y repasa, entre otras cuestiones, temas como la distribución de la oferta por géneros y subgéneros, la presencia en las programaciones de determinadas disciplinas minoritarias o el modo en que algunas propuestas se concentran en determinados días de la semana.
El informe ha sido coordinado por Javier Gómez, profesor de la Universidad de Valladolid, detalla los géneros y subgéneros dominantes en las programaciones y ofrece una lectura rigurosa sobre el modo en que la oferta de estos espacios se relaciona con su entorno. “Los datos -subraya el estudio- demuestran que hay dos lógicas dominantes de programación distintas. Aquellos espacios escénicos públicos que se ubican en municipios de pequeño o mediano tamaño, donde la presencia de teatros privados es nula o muy reducida, la oferta es generalista y ecléctica, con géneros y espectáculos que pretenden cubrir las demandas y expectativas del entorno social al que dirigen su actividad”. “Por el contrario -señala- aquellos espacios que operan en competencia de otros teatros públicos y privados, suelen optar por programaciones más especializadas”. La titularidad del gestor del espacio, las características técnicas del recinto, el presupuesto y las políticas culturales constituyen los principales factores en la definición de la oferta.
Pero aunque la programación escénica y musical es el objeto de esta investigación, el trabajo también presta atención a otro amplio conjunto de actividades. Es el caso de actos sociales, propuestas educativas y pedagógicas, festejos, iniciativas medioambientales y un amplio grupo de actividades culturales ligadas a manifestaciones artísticas como el cine o la literatura. El Mapa de Programación tendrá continuidad en próximos años y permitirá evaluar y constatar tendencias en el actual modelo de exhibición público.