Lastrado por la enorme crisis vivida, la salud del teatro parece que poco a poco comienza a remontar. Así lo muestran los indicadores importantes (recaudación, número de funciones, espectadores, salas en funcionamiento, etc), que constatan un repunte con respecto a los dos últimos años. Sin embargo, es muy pronto para cantar victoria, ya que el sector del teatro ha perdido gran parte de su actividad debido a los recortes en inversión pública y al incremento del IVA cultural al 21%.
Por Ernesto Vaca-Pereira Sánchez
Mucho se ha hablado de la crisis del sector cultural en los últimos tiempos, el cual, si se tienen en cuenta los datos del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte con respecto a 2012, representa el 2,70% del Producto Interior Bruto (PIB). El teatro es uno de los principales activos de este sector, que parece que, poco a poco, recupera sus niveles de normalidad.
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Así pues, el pasado mes de octubre, el Congreso de los Diputados aprobó los Presupuestos Generales del Estado para 2016. La partida destinada al teatro apenas sufría modificaciones con respecto al año anterior, aumentando solamente un 0,76% para situarse en 53,56 millones de euros. La cifra se aleja mucho de la ratificada para 2013, donde la inversión cayó hasta los 36,86 millones, lo que afectó gravemente a este sector.
Ligera recuperación
Aparte de esta subida en el presupuesto del teatro, constatada también los dos últimos años, existen ciertos indicios que señalan que existe una ligera recuperación en este sector escénico. De esta forma, y atendiendo al recién publicado Anuario de Estadísticas Culturales 2015 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el número de espacios escénicos en 2014 aumentó en más de un 9% con respecto al año anterior contabilizándose 1.546 salas públicas y privadas.
Este dato supone una gran noticia, ya que frena la sangría que se produjo en el año 2013, en el que se contabilizaron 196 espacios escénicos menos que en 2012, una caída del 12%. A la subida en la inversión pública y al aumento de espacios escénicos se le une, según datos del Anuario SGAE 2015, un importante crecimiento en la recaudación del sector teatral.
Las cifras son claras: en 2014 la recaudación en teatro pasó de 168 a 181 millones de euros, un aumento de más del 7%. De la misma forma, el número de espectadores también creció un 8,20% más que con respecto a 2013, registrándose alrededor de 12 millones de personas que acudieron al teatro.
El aumento de espectadores se ajusta a lo recogido por la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2014-2015 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que cifra en un 23,2% las personas que acudieron a un espectáculo de teatro durante ese periodo, superando el 19% del ejercicio 2010-2011.
El número de compañías teatrales también aumentó en 2014, con la creación de 390 nuevas (3.617 en total). No obstante, esto no se ha visto reflejado en un crecimiento en las funciones programadas, que se han mantenido, al igual que en 2013, en 48.610, una cifra que se aleja mucho de las 65.472 de 2009 (un 25% menos).
2013, un año funesto
Precisamente la gran pérdida en el número de funciones programadas desde 2009 ejemplifica un problema que el sector cultural viene anunciando desde hace años: el gran descenso de su actividad con respecto a los años anteriores a la crisis económica, donde se observan indicadores de mayor volumen que los actuales.
En este sentido, y si nos atenemos a los datos con respecto al teatro, podemos señalar que 2013 es el año más funesto en relación a este género escénico, el cual se vio seriamente dañado por dos hechos de enorme importancia: el acusado descenso en la inversión del teatro en los presupuestos aprobados en 2012 (más del 19%) y la subida del IVA cultural, que pasaba del 8% al 21%.
Con respecto a este último hecho, el sector de la cultura siempre se ha mostrado en total desacuerdo con la medida adoptada por el Gobierno de subir este tipo de IVA. Ya en septiembre de 2012, fecha en la que entra en vigor esta disposición, la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (FAETEDA) se mostraba totalmente en contra, alegando que esta iniciativa supondría la “pérdida en la competitividad con el resto de los países de la zona euro”.
Ciertamente desde la aprobación de esta medida, España se ha convertido en el país de la zona euro con el IVA más elevado. Este hecho, según los datos de la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española, supuso grandes pérdidas en el año 2013: 30% menos de público y 22% menos de recaudación.
En lo que respecta en concreto al teatro, los datos también son muy negativos en 2013, un año que presenta las peores cifras de la etapa de crisis. La pérdida de espectadores, recaudación, funciones y salas fue bastante significativa, una gran losa para iniciar cualquier tipo de recuperación.
Y es que, a pesar de que en el año 2015 el sector teatral haya recuperado gran parte de su actividad, la pérdida de actividad con respecto a los años anteriores a la crisis es un hecho innegable. Así pues, en 2014 se registraron un 22,6% menos de espectadores y un 25% menos de funciones que con respecto a 2009. Además, se recaudó un 12% menos, lo que supone alrededor de 25 millones de euros.
Madrid y Cataluña, más del 70% de la recaudación
Las consecuencias de la crisis también han afectado a la importancia que tiene el teatro en el territorio, propiciando que la mayor parte de la actividad del sector se traslade aún más a las grandes áreas metropolitanas, con una primacía absoluta de Madrid y Barcelona, que acaparan el mayor volumen de negocio de este género escénico.
Así pues, el Anuario SGAE 2015 constata que, desde 2009 a 2014, el número de funciones programadas en las grandes áreas metropolitanas ha pasado del 50% al 62,5%. Esta circunstancia también se repite en el caso de los espectadores (del 58,2% al 66,7%), con Madrid acaparando el 34,6% del público que acude al teatro.
Pero sin duda el dato más demoledor es el que hace referencia a la recaudación del teatro con respecto a las comunidades autónomas, con Madrid y Barcelona superando el 70% según los datos de 2014. Más llamativo aún si cabe es el porcentaje de recaudación que acaparan las grandes zonas metropolitanas, situándose en el 83,3%.
Optimismo con precaución
De esta manera, el compromiso de seguir aumentando la inversión pública con respecto al teatro parece la única manera de paliar los devastadores efectos de las crisis. Las cifras han demostrado que el punto de inflexión, tanto negativo como positivo, comienza con la aprobación de unos presupuestos generales que resultan vitales para la supervivencia del sector.
A falta de conocer los datos generales sobre la actividad del teatro en 2015, las expectativas parecen optimistas, indicando un ligero crecimiento, motivado por el aumento de la inversión en el sector de la cultura y la recuperación de parte de la actividad perdida en los años más duros de la crisis. No obstante, prima la prudencia, ya que los efectos de estos vaivenes en el teatro no solo son cuantitativos, sino también cualitativos.
En ese sentido, la pérdida de inversión ha afectado sobre todo al sector más pequeño del teatro que, en muchos casos, no ha podido sobrevivir o se ha visto en serias dificultades. A todo esto se añade el problema del IVA cultural, la gran lucha de todos los profesionales del mundo de la cultura, que argumentan que, aunque se suba su presupuesto, no compiten en las mismas condiciones que hace unos años.
Nadie duda de que el teatro espera como agua de mayo una reducción del IVA, una media que, en palabras de la Unión de Asociaciones de las Industrias Culturales, impulsora de la campaña ‘Menos IVA, más cultura’, pondría a España “en la línea aplicada por el resto de países de la zona euro”. De momento, y a falta de la conformación de un nuevo Gobierno, esta demanda se encuentra en punto muerto, aunque el sector tiene claro que una verdadera recuperación solo es posible si se apuesta decididamente por la cultura, acercándola más a la ciudadanía.