Álvaro Fitinho Reboredo, de la compañía AIREnoAR, comparte escenario con María Move. Ambos han puesto en pie la pieza que lleva el mismo nombre que la compañía, “AIREnoAR”, bajo la dirección de Rut Balbís, una creación de danza conemporánea y fusión de disciplinas aéreas, que forma parte del Circuito #DanzaaEscena2016.
#encuentrosconladanza
Mi primer contacto con la danza fue cuando...
Empecé mi formación en la Oreka Zirko Skola en Iruña. Fue a primerísima hora de la mañana. Estaba emocionado, pero también muy dormido, y mi primera clase era de Ballet. No entendía nada de lo que decía el profesor, eran cosas raras, en francés. Así que me limitaba a repetir y a disimular..., ¡como si lo tuviera todo controlado! Me sentí muy torpe haciendo aquellas cosas que parecían tan sencillas.
Pisé por primera vez un escenario....
En la primera obra de teatro universitario en la que participé. Estudiaba Economía en la Universidad de A Coruña y aquella experiencia fue de lo mejor que me pasó durante los 8 años de carrera.
Si no me hubiera dedicado a la danza, hoy sería...
¡Economista! Bueno, en teoría ya lo soy, pero si no me hubiera dedicado a la danza ahora sería 'economista practicante'. Es algo como lo de ser católico, bautizado y con la comunión hecha, pero no practicante. Nunca llegué a ejercer la profesión.
La danza tiene algo que no tienen otras disciplinas artísticas, y ese algo es...
La sensación de total conexión con el espacio sonoro, físico, corporal y mental. No es fácil que ocurra, pero cuando ocurre es pura magia, sientes que todo fluye.
El mejor momento de mi carrera artística fue...
Cuando actué en el Sadler´s Wells Theater de Londres con una de mis Compañías favoritas, 7 Fingers. Fué un sueño hecho realidad. Un momento inolvidable, sin duda.
Antes de salir al escenario...
Suelo beber un traguito de agua y ponerme resina en las manos.
...Y al terminar la función, lo primero que hago es...
Abrazar a mi compañera.
El estilo en el que me siento más comodo es...
El Flying low. Me encanta la relación con el suelo.
El único elemento realmente imprescindible en un espectáculo de danza es...
Un cuerpo con ganas de jugar.
El lugar más impresionante en el que he bailado es...
El Sadler´s Wells Theatre de Londres.
Siempre he admirado a ….
James Thierreé.
Mi primera pasión es...
El circo, la segunda es la danza.
Dentro de veinte años me imagino a mí mismo ….
Igual de delgadito y bailando con mis hijos.
AIREnoAR es una historia de encuentro y desencuentro, de búsqueda de equilibrio entre las cuerdas; lo que nos une, lo que nos separa del otro, ritmo y gesto de los lenguajes no verbales. Poesía contenida en las dinámicas de sonido y movimiento.
Esta obra forma parte del Circuito Danza A Escena 2016