Diferentes espacios de nuestro país programan actividades especiales para conmemorar esta jornada.
Conocida también como "Fiesta de la Música", esta jornada nace inicialmente en Francia en 1982. Desde 1985, el Año Europeo de la Música, la Unión Europea la organiza cada solsticio de verano (21 de junio) para "promover el intercambio cultural entre los pueblos, el trasvase musical de unos territorios a otros".
Su objetivo es promocionar la música de dos maneras: la primera, que los músicos aficionados voluntariamente salgan a tocar a la calle. La segunda es con la organización de conciertos gratuitos, en los que el público tenga la oportunidad de presenciar sus artistas preferidos sin importar estilo ni origen.
Durante esta semana, los teatros, auditorios y distintos espacios escénicos de nuestro país acogen actividades especiales para conmemorar esta cita.
(Fotografía: Clásicos Excéntricos - Lapso Producciones)