Danza, música, teatro, narración oral y magia.
El festival regresa con un programa adaptado al contexto actual, con todos los espectáculos concentrados en una única sede al aire libre: el centro cultural Conde Duque (socio de La Red), que tendrá aforo limitado para poder garantizar la seguridad de artistas y espectadores y con rutinas de desinfección después de cada función.
En esta edición se recomiendan algunas medidas de precaución como la descarga previa de las entradas en el móvil, llegar al recinto con antelación, el uso de mascarilla en todo momento y seguir las indicaciones del personal, que organizará entradas y salidas al recinto.
La 36ª edición de los Veranos de la Villa arrancó ayer con la subida al escenario de la Compañía Nacional de Danza dirigida por Joaquín de Luz. Esta formación ofrece cinco funciones hasta el 2 de agosto.
Además, los días 1 y 2 de agosto, el certamen programa un plan para toda la familia, especialmente para los más pequeños de la casa, con el ‘Festival Diminuto’, que trae diferentes obras para que también los niños disfruten de los Veranos de la Villa.
Los Veranos de la Villa siempre han incorporado circo, normalmente en su sede del Teatro Circo Price. En esta ocasión, la sede se ha trasladado al Centro Cultural Conde Duque pero mantiene la programación con tres espectáculos circenses, dos puros y otro que une circo y danza.
El primero que se podrá ver es “Ya es tiempo de hablar del amor” de Circo Deriva (12 de agosto), mientras que al día siguiente habrá una sesión doble con Patfield & Triguero y su nuevo espectáculo “Gibbon”, seguido de “¿Y ahora qué?” de Puntocero Company.
Tampoco faltará el teatro del ‘Siglo de Oro’,con La Radical Teatro, que presentará "El Diablo Cojuelo" de Luis Vélez de Guevara, los días 6, 7 y 8 de agosto.