Entrevista con Mariano García, diseñador de sonido y compositor musical, que impartirá el curso “Jornadas de audio inmersivo” en la XV Escuela de Verano de La Red (del 30 de mayo al 3 de junio).
Mariano García es uno de los profesores “veteranos” de la Escuela de Verano de La Red. Desde hace años, los distintos cursos que ha impartido en torno al diseño de sonido en artes escénicas han sido de los más valorados.
El audio inmersivo ha ido ganado terreno y es cada vez más habitual su uso en la oferta de entretenimiento y las artes en vivo, ¿supone una verdadera revolución a la hora de disfrutar de una experiencia artística?
El audio inmersivo es la consecuencia lógica de los tiempos; los últimos años han sido los de implantación en las experiencias inmersivas basadas en escucha binaural con auriculares y esa sensación, por fin, se traslada de manera más democrática al entorno de los espectáculos en vivo gracias a la integración de esta nueva tecnología, que permite ser disfrutada a través de altavoces y no de auriculares unipersonales
Una de las grandes posibilidades que ofrece el audio inmersivo es la de llevar al espectador a cierta experiencia de envolvimiento, como si se encontrara físicamente dentro de un campo sonoro, ¿cambiará esta tecnología también el modo en que ciertos creadores trabajan con la música o el sonido en sus montajes?
Definitivamente la forma de crear, grabar o mezclar contenido sonoro se redefine con esta nueva experiencia. La buena noticia es que se integra en el flujo de trabajo anterior y se puede utilizar desde un simple sonido monofónico hasta cualquier codificación multicanal. Llevamos 70 años mezclando en estéreo y esa limitación ha quedado rota con las diversas opciones existentes en el mercado
Son muchos los teatros de capitales europeas que han instalado sistemas de audio inmersivo en los últimos dos años, ¿es también una tecnología común en los espacios escénicos de nuestro país?
De ninguna manera, es muy residual. Pero, como siempre, el teatro es la máquina más moderna que existe desde sus orígenes, y la pedagogía y las inversiones europeas deben ser un aliciente para avanzar hacia estas nuevas tecnologías.
¿Supone un cambio radical en la manera en la que los técnicos de sonido tienen que enfrentar su trabajo durante un espectáculo? ¿Cuáles son sus principales dificultades en la práctica?
Pienso que es un paso menos traumático que el que se produjo en los años 90 con la integración de las primeras mesas de mezclas digitales, dejando atrás el mundo analógico. En el caso del sonido inmersivo, principalmente se trata de adaptar los espacios escénicos para poder colocar más altavoces perimetralmente, lo cual redunda en menos equipos frontales. Con esto conseguimos varias mejoras fundamentales más allá de la experiencia inmersiva, menos presión, equipos más relajados y, por lo tanto, más durables. De cara a las plantillas técnicas, tendrán que formarse en las diversas tecnologías para que, una vez que el espacio se decante por una, defenderla y utilizarla en toda su extensión. La curva de aprendizaje no es muy complicada.
¿Qué aspectos claves trabajará con los alumnos inscritos en el curso de la Escuela de Verano?
La visión fundamental que quiero ofrecer en estas primeras jornadas de Audio inmersivo que se desarrollan en España es que todos los equipos ya existentes tienen la posibilidad de ser transformados en sistemas para reproducción de Audio inmersivo. Dependiendo de marcas y productos, hay soluciones hardware o software. Cualquier altavoz, sea de la marca que sea, puede ser integrado en un sistema y en este curso veremos dos opciones hardware de la mano de Meyer Sound y d&b audiotechnik. Para sistemas sin control hardware de altavoces, existen dos programas que ahora mismo son referentes y que además se integran en el flujo de trabajo de QLab, que llevo 12 años defendiendo cómo la herramienta más importante que ha aparecido en el mundo audiovisual y que ha cambiado la forma de crear espectáculos escénicos.
Por Eduardo Vielba