ASSITEJ Internacional-Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud propone para este día el lema “lleva un/a niño/a al teatro”.
La organización ASSITEJ Internacional, de la que forma parte ASSITEJ España, organización sin ánimo de lucro de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud, propone que este Día Mundial de las Artes Escénicas para la infancia y la Juventud “sea una celebración de todas las personas que, de una u otra forma, estamos vinculadas a las artes escénicas, profesionales del sector, pero también docentes y, por supuesto, público”.
Por eso propone compartir todos los mensajes de este día a través de los hasthags #llevaaunaniñaalteatro # llevaaunniñoalteatro #takeachildtothetheatre.
Además, con motivo de la celebración, lanza un “Mensaje oficial Día Mundial de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud .¡Lleva a un niño/a al teatro o lleva el teatro al niño/a!”, firmado por Sue Giles AM, Presidenta ASSITEJ Internacional.
El objetivo de esta campaña es facilitar el acceso al teatro y a las artes escénicas a todos los niños, niñas y jóvenes. Al reconocer el papel del adulto en este sentido, tenemos un doble enfoque: el del adulto que cuida del niño, niña o joven, el que posibilita su acceso a la cultura; y el de los artistas que crean las obras que pueden llegar a la infancia y la juventud donde quiera que se encuentren.
Este día – 20 de marzo del 2024 – es un momento para que nuestros miembros de todo el mundo analicen lo que está ocurriendo en nuestro sector, en nuestras sociedades y en nuestros públicos. Como asociación mundial que trabaja por la unificación de los profesionales y por los derechos de la infancia y la juventud a las artes y la cultura, debemos hacernos las preguntas que nos afectan a todos. Abogar significa mirar más allá de nuestro propio círculo de influencia y preocupación personal. Es una forma de abrirnos a cuestiones más amplias relacionadas con los derechos humanos y con el valor de la infancia y la juventud en nuestros propios contextos y en relación con el mundo. ¿Qué tenemos en común en todos los contextos?
Creemos en el poder del teatro y la interpretación. Nos permite explorar ideas que amplían lo que vemos y entendemos a otras partes del cerebro, el corazón y el espíritu. Nos ofrece una conexión humana. Inspira fantasía e imaginación y trata temas imposibles con alegría y corazón. Implica a los jóvenes en un intercambio empático que permite la transformación individual y colectiva. Utiliza todas las inteligencias. Recurre a todos los sentidos para crear asombro y estimula a pensar. Esto es lo que hacemos, en todo el mundo, dondequiera que se reúnan nuestros miembros y lo hacemos con conocimientos, habilidad e ingenio. Lo hacemos en las calles y en los grandes teatros, en las escuelas, en los hogares y en los escenarios. Hacemos teatro para, con, por y sobre la infancia y la juventud, dondequiera que estén. Los niños, niñas y jóvenes necesitan el teatro y el espectáculo y, debido a su falta de poder, necesitan que los adultos les ayuden a experimentarlo.
A medida que se acerca este Día Mundial del Teatro somos profundamente conscientes del trabajo que se realiza en nuestro sector para y con los jóvenes y las familias que son víctimas de la guerra, el terror, los conflictos políticos y domésticos, la pobreza, la violencia, el desplazamiento y la falta de vivienda, la discriminación. Algunos se han preguntado: “¿Cómo podemos seguir hablando del futuro del teatro y las artes escénicas en este mundo? ¿Qué importa al lado de la tragedia y la injusticia que nos rodea?”. Creo que al hacer teatro y espectáculos para y con la infancia y la juventud estamos continuamente comprometidos en un acto de esperanza. Nuestra forma de arte ofrece interpretación y conexión directa con temas y situaciones a los que se enfrentan las infancias en su vida cotidiana y que pueden hablarles con una voz que escucha y comprende. La reflexión sobre su propia situación se ve favorecida por lo que podemos abrir de forma segura, ofreciendo la verdad junto a la posibilidad e imaginando un futuro o un camino que puede suscitar ideas en los jóvenes sobre lo que podría ser diferente. El acto de crear es esperanzador.
Para nosotros, como artistas, y para nosotros, como adultos que facilitamos el acceso de la infancia y la juventud al arte, a la cultura y a la creatividad, es importante hacernos preguntas. Si no nos damos cuenta y validamos su experiencia en el juego y en los ámbitos de la imaginación, sin las historias y la posibilidad de evasión, diversión y alegría, sin la exploración de la bondad y la humanidad que acompaña a este público, ¿podemos entendernos a nosotros mismos? Sin el desarrollo de la capacidad real de acción y participación de la infancia y la juventud, ¿podemos mantener nuestra propia esperanza?
Quizá ahora debamos darnos cuenta de que no todo depende de nosotros, y caminando junto a los niños, niñas y jóvenes podemos reconocer y sacar fuerzas del poder de su imaginación y de su sentido innato e instintivo de la posibilidad.